El hallazgo -cuya autora principal es la estudiante del Doctorado en Medicina de la Conservación, de la Facultad de Ciencias de la Vida, Roddy Jara- fue publicado en Proceedings of the Royal Society B: Biological Sciences, una de las revistas británicas insignia de investigación biológica.
El estudio analizó cómo la iluminación instalada en el borde costero, el alumbrado público, casas o carteles, afectan a los productores primarios (algas) y la interacción herbívoro-alga, específicamente en la interacción con el caracol negro.
“Los resultados muestran que el caracol negro prefiere y consume en mayor medida aquella alga sometida a contaminación lumínica, en comparación con aquellas que no lo estaban. Es decir, la contaminación lumínica no solo afecta directamente al alga, sino que también es capaz de cambiar la interacción entre los organismos del intermareal” señala la estudiante de doctorado UNAB.