A 86 kilómetros al oeste de Chile y a 1.800 metros bajo el mar, investigadores de la Universidad Andrés Bello descubrieron una estructura nunca antes identificada en el margen continental chileno: un volcán de lodo activo. No expulsa lava ni cenizas, sino mezclas de sedimentos, agua y gas metano que ascienden lentamente desde el subsuelo.
El hallazgo fue liderado por el académico de la carrera de Geología de la sede Viña del Mar de UNAB, Dr. Cristián Rodrigo y sus resultados fueron publicados en la revista “Marine and Petroleum Geology”, tras años de análisis de datos obtenidos en expediciones oceanográficas.
El experto explicó que el volcán de lodo se formó “a través de erupciones sucesivas de fango, en las que cada nueva capa de lodo se depositó sobre la anterior, creando con el tiempo la estructura circular y el cráter que observamos hoy”
Finalmente, el académico aclaró que “no hay riesgo para la población ni para la navegación. La actividad ocurre a gran profundidad y de forma lenta, pero es importante monitorearlo porque estos sistemas pueden reactivarse por cambios de presión temperatura o sismos”.