Así lo demuestra el estudio realizado por el Instituto de Salud Pública de la Facultad de Medicina de Universidad Andrés Bello que, entre sus principales conclusiones, arroja que el Índice de Experiencia de Calidad cayó este año a 42 puntos, una disminución relevante frente al 2024 (-6 puntos) y que se acerca a los niveles más bajos de la serie histórica iniciada en 2010.
“El índice de experiencia está incluso por debajo de casi toda la serie histórica, a excepción de los años de pandemia, pese a que el gasto en salud creció 70% en términos reales entre 2014 y 2024. Esto evidencia una pérdida de valor del sistema: no estamos haciendo lo correcto para mejorar la respuesta de salud a la gente” señala el director del ISP UNAB, Héctor Sánchez.
La espera continúa siendo uno de los principales problemas de la población: el 46% evalúa negativamente los tiempos de atención, y un 39% otorga baja calificación al trato del personal administrativo. Esta percepción se intensifica en el sector público, donde solo entre 24% y 41% calificó positivamente su última atención.
En cuanto a la expectativa de salud, es decir, cómo se percibe que será el sistema de salud en el futuro: 35% cree que en un año el acceso será más demoroso, y un 42% anticipa menor oportunidad y simpleza para obtener prestaciones médicas.